
Redacción: Cosas / Foto: Instagram Taylor Swift
Después de una larga batalla legal, emocional y creativa, Taylor Swift ha logrado recuperar lo que siempre fue suyo: su música. A través de un mensaje publicado en su sitio web oficial y sus redes sociales, la cantante anunció que todos los álbumes que tuvo que re grabar como Taylor’s Version son ahora completamente de su propiedad. Es una victoria histórica no solo para ella, sino para toda una generación de artistas que buscan autonomía en esta industria.
Todo comenzó en 2019, cuando Scooter Braun, empresario musical y representante de artistas como Justin Bieber y Ariana Grande, adquirió Big Machine Records, el sello discográfico que lanzó a la fama a Taylor Swift. Con esa compra, Braun obtuvo también los derechos de los primeros seis álbumes de Taylor, lo que significaba que la artista ya no tenía control sobre el uso comercial de su propio trabajo.
La transacción se realizó sin su consentimiento, pero en lugar de rendirse, tomó una decisión que cambiaría su carrera (y posiblemente la industria): volver a grabar sus discos desde cero, esta vez con control total sobre su producción, distribución y derechos. Cada uno de ellos recibido con entusiasmo por sus fans y han superado el streaming y ventas de las versiones originales. Estos, además, han incluido canciones inéditas “From The Vault” dándole un valor adicional a estas piezas ya conocidas.
En la carta publicada en su sitio web, Taylor expresa lo que esta victoria significa para ella: “Todo lo que siempre quise fue poder trabajar lo suficiente para un día comprar mi música y ser la dueña de mi arte. Gracias por ayudarme a recuperar lo que es mío.” Swift también agradece a Shamrock Capital, la firma con la que finalmente pudo negociar la compra de sus grabaciones regrabadas, sin condiciones y con total autonomía creativa.