
Redacción COSAS / Fotos: cortesía Rockland County – Alon Tourism Solutions
El Valle del Hudson esconde joyas imprescindibles para los viajeros quebuscan ir más allá de lo habitual. Está muy cerca de Nueva York, tiene la magia sencilla de un pueblo encantador y la impresionante oferta vibrante de arte, cultura y paisajismo.
Es el pueblo natal del pintor Edward Hopper y en el aire está el ensueño de su obra: una oda a la vida americana más sencilla, tradicional y con alma. Esa misma alma es la que se traslada a cada rincón de este condado, como llaman los estadounidenses a estas pequeñas localidades que mantienen su encanto a pesar de la vorágine de las metrópolis que amenazan con absorberlas. Rockland es vibrante, es diversa y ofrece un catálogo excepcional de actividades para las familias que deciden salir de lo convencional y darse ese respiro tan necesario, más aún en vacaciones. A 30 millas al norte de la Gran Manzana, en el pintoresco Valle del Hudson, este lugar es fácilmente accesible y es perfecto para una escapada de fin de semana o una adición encantadora a cualquier itinerario que tengas planificado. Un destino precioso e inesperado.
¿QUÉ HAY DE NUEVO?
El Edward Hopper House Museum & Study Center en Nyack es una atracción cultural destacada que ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar el hogar del legendario artista estadounidense Edward Hopper. Rodeado de boutiques y restaurantes, es una excelente parada tanto para grupos como para visitantes individuales.
El condado de Rockland ofrece una rica variedad de atracciones cultura les e históricas que brindan una experiencia inmersiva a los visitantes. Puedes visitar el 76 House, una de las tabernas más antiguas de Estados Unidos, o perderte en una recreación militar en los parques históricos donde se reviven momentos clave de la Revolución Americana.
Si lo tuyo es lo artesanal y local, -sabemos que te encantan esas compras con sello propio- visita el Garner Historic District, una antigua fábrica reconvertida en centro artístico lleno de talleres, galerías y cervecerías como Roundtable Brewery. También está el Haverstraw Brick Museum, que narra la historia de la industria que dio forma al Nueva York del siglo XX.
Además, hay una escena gastronómica diversa, desde tabernas históricas hasta restaurantes contemporáneos, perfecta tanto para viajeros en grupo como para visitantes individuales. Desde un almuerzo informal y delicioso en Burger Loft hasta una experiencia sofisticada en Union Restaurant, pasando por chocolates artesanales en Lucas Candies o una cena con vista en Dolce Vita, hay para todos los gustos y presupuestos. Y si decides quedarte a dormir — porque sí, vale la pena— hay opciones acogedoras como el Hotel Nyack, moderno y boutique con un restaurante farm-to-table, o alternativas confiables como el Hilton Garden Inn y el Crowne Plaza Suffern, ideales si vas en grupo.
¿CÓMO LLEGAR?
Rockland está increíblemente cerca de Manhattan, lo que lo convierte en una escapada ideal tanto para locales como para viajeros con base en la ciudad. Aquí tres maneras cómodas de llegar.
En auto: solo toma unos 45 minutos a una hora por la I-87 N o cruzando el hermoso Governor Mario M. Cuomo Bridge (antiguo Tappan Zee). El camino ya es parte del paseo, con vistas al río y pequeños poblados llenos de encanto.
En tren: esto resulta ideal para los turistas que van con el tiempo contado a visitar Nueva York y quieren una escapada a Rockland. Desde Penn Station, toma el tren hasta Nanuet o Spring Valley vía NJ Transit, haciendo conexión desde Secaucus o Hoboken. También es ideal para quienes prefieren evitar el tráfico. En autobús: Coach USA ofrece rutas frecuentes desde Port Authority directamente hasta varios puntos de Rockland County. Cómodo, económico y sin complicaciones.