
Por: María José Troya / Fotos: Cortesía Sony Pictures
Las segundas partes nunca fueron buenas, pero aún así, son la fórmula más usada para reinventar –o reventar taquilla– que utiliza la industria hollywoodense. Un asesinato, varios posibles culpables, jóvenes y guapos con uno que otro susto: el verano fatídico de 1998 regresa a su cuarta entrega con una nueva generación que compite con los actores originales que resultan irónicamente ser ‘el gancho’ de este filme.
Fue todo un acontecimiento. Jóvenes y adultos pegados al asiento del cine embelesados con una trama que parecía seguir los pasos de su antecesora Scream. Un elenco joven que prometía adrenalina y sustos impredecibles (como se esperan en un buen filme Slasher, como se conoce a este rubro) y amenizados por rostros de portada de revista. Combo completo para una época pre-redes sociales. Sé lo que hicieron el verano pasado tenía a Jennifer Love Hewitt, a Sarah Michelle Gellar y a Freddie Prinze Jr.: un trío fantástico bajo la neblina oscura del terror. ¡Claro que nos impactó! Y por supuesto que tiene un puesto memorable en los filmes de terror juvenil.
La película funcionó a gran escala y se convirtió en un fenómeno porque, más allá de usar la fórmula clásica de la belleza y el anonimato del asesino, se alejó sutilmente, no del todo, de tipos como Freddy Krueger, Jason en Viernes 13 o el clásico Michael Myers de Halloween. Esta vez, los jóvenes de la pantalla eran el reflejo de los jóvenes que los veían desde la butaca. Lo aspiracional siempre factura bien.
Y hay algo más, la producción tenía un aspecto aleccionador que muchos han pasado por alto, pero es el eje vital del filme: las decisiones de la juventud tienen consecuencias y hay una cuenta por pagar o por cobrar. La subtrama, con algo de moralina en pantalla, es lo que le encanta a Hollywood y a la sociedad estadounidense. Sin embargo, llegó la segunda parte Aún sé lo que hicieron el verano pasado que intentó halar el éxito de la primera, con algo de suerte, y que siguió posicionando la carrera de los actores principales; pero luego vino la tercera parte, Siempre sabré lo que hicieron el verano pasado, que seguramente es tan solo recordada por sus actores, los desconocidos Brooke Nevin, David Paetkau y Torrey DeVitto. Todas estas fueron, sin lugar a duda, intentos de taquilla tan desesperados como sus guiones y que Hollywood va entregando a su audiencia como parte de un modelo de negocio en el que sale ‘carne y hueso’ para cada temporada.
Estamos ya en 2025 y lo que sí nos ha tomado por sorpresa, es esta cuarta parte. Tal vez porque, efectivamente los tiempos han cambiado y el terror se disfraza de drama cotidiano, o porque creíamos que esta fórmula de reinvención del terror trillado ya nadie la compra. Hemos pasado por vampiros, anticristos, posesiones, zombies, fin del mundo, asesinos en serie de la vida real y se pensaba que este remake ya no estaba en la memoria colectiva. Pero ahí está: el gran estreno del verano viene bajo el mismo nombre del original Sé lo que hicieron el verano pasado. El mismo guion, pero con armas actualizadas, según lo cuentan sus creadores, con más atención al vestuario, a los diálogos y con imágenes muy glossy: porque el terror no tiene porqué lucir mal.
EL VERANO PARA EL AMOR O EL TERROR
Sé lo que hicieron el verano pasado (2025) se revitaliza, es cierto. Mantiene al pescador como eje central de la venganza y a las grandes estrellas de la primera y segunda edición: Jennifer Love Hewitt y Freddie Prinze Jr. Esa decisión es posible que haya sido la gran estrategia: el retorno de ambas figuras para dar un peso necesario al guion y al marketing del filme.
Esta versión está dirigida por Jennifer Kaytin Robinson y producida por Neal H. Moritz, quien también estuvo al frente del filme original de 1997. La historia es la misma: cinco amigos enfrentan las consecuencias de un accidente que deciden encubrir para no dañar ni su presente peor aún su futuro. Un año después, su secreto vuelve a la superficie: alguien sabe lo que hicieron, los tiene amenazados y en vez de denunciarlos, prefiere una masacre. Madelyn Cline, Chase Sui Wonders, Jonah Hauer-King, Tyriq Withers y Sarah Pidgeon son los chicos del elenco y la sincronía entre ellos funciona bien, aunque por el tipo de filme nunca se sabe si mantendrán su caché en la industria.