Por: María José Troya C / Foto: Getty Images y Cortesía.
Como artista vigente, es parte de las tendencias: las conoce y las domina muy bien. Sin embargo, su calidad musical es indiscutible y no varía con la moda, gracias a la profundidad con la que concibe su arte. Sabe que su voz es única y que su repertorio avala una carrera completa y por demás sólida.
Cuéntanos ¿cómo está tu energía antes de los conciertos y qué sorpresas nos estás preparando para los shows en Ecuador?
La verdad que me siento motivado para llegar a Ecuador y poderles ofrecer un espectáculo inolvidable, con todos los éxitos y también de canciones nuevas. Estoy preparándome para cantarles algo muy especial y poder hacer memorable esta visita. Me siento comprometidísimo con Ecuador. Siempre han sido un público excepcional.
Tienes una larga trayectoria musical y artística. Tus baladas y tus canciones han sido consideradas para Latinoamérica y para toda la región himnos atemporales, tanto para la balada, para el pop y precisos para la fiesta también. ¿Cómo has logrado construir y sostener estas composiciones en el tiempo con los cambios generacionales, sociales y musicales que estamos viviendo?
Me gusta que haya cosas nuevas, que haya propuestas diferentes. Es interesante y es bastante prometedor todo lo que está sucediendo en estos momentos en el pop. La llegada del reguetón ha sido algo que ha complementado bastante bien para mi gusto toda la idea de lo latino. Me gusta que haya bastante diversidad, sobre todo que se pueda escuchar un rap en español, que se pueda hacer reguetón, que se pueda hacer un R&B en español, que de pronto a veces no se escuchaba por ningún lado, y solamente en inglés. Entonces, me gusta que estemos ya metiéndole el castellano a todos esos ritmos y creo que nuestro espíritu sigue viviendo en el pop, seguirá viviendo en la balada, pero me gusta que se implementen o complementen nuevos ritmos y con gente muy joven, Dj’s latinos, entre tantos talentos... La salsa también está teniendo más jerarquía, así como la cumbia; cuarteto cordobés, en Argentina; el sierreño, en México; estamos trayendo mucho las raíces de los pueblos y eso me parece interesante dentro de lo que se llama el pop. Hay una obvia democratización y una parte fundamental para la música, que es contar no solo con opinión, sino con el entendimiento cultural de quienes son parte de este mundo musical.
Sabemos que te encanta el rock, el rock del bueno. Pero con el boom de nuevos ritmos, ¿has pensado en realizar colaboraciones con reguetón como tantos otros artistas?
Sí, la verdad que llama mucho la atención. Se hace como muy atractivo la idea de hacer todos estos ritmos tan interesantes y que también tienen un apogeo. Pero lo que más me importa es la canción. Y cuando hay una gran canción, no importa el ritmo. Si la canción está ahí con la melodía, con la letra, con la estructura ya hay un viaje: una propuesta de un comienzo, de un clímax y de un desenlace, es ahí cuando tenemos algo universal, algo que le va a gustar a todo el mundo, pase lo que pase. Entonces, primero que nada, hay que enfocarse en la canción.
Hay que buscar, hay que tratar de jugar con esos momentos y tratar de lograr temas que puedan dejar muchos años de conciencia, de reflexión, de alegría, también de triunfo. La música también es un refugio. Entonces, me parece muy interesante la idea de la creatividad de una canción, porque más allá de los ritmos, la composición es lo difícil.
Tu tema Azul es un gran ejemplo
Sí, la hicimos en merengue, en salsa y pop y le gustó mucho a la gente. Lamentablemente no hicimos una versión balada, pero creo que se merece mucho esa versión porque en realidad Azul fue compuesta en balada romántica.
¿Cómo es ahora tu proceso creativo?, tomando en cuenta todas las presiones de la industria y de la vorágine de la que vivimos, de redes sociales, del algoritmo, entre otras. ¿Ha cambiado algo en cuanto a lo que tú necesitas escribir frente a lo que la industria requiere?
La gente siempre quiere un avance, una sorpresa –verdadera y seria- que realmente represente una evolución del músico. Creo que hay mucho compromiso en un cantante que quiere complacer al público y a veces se logra con éxito.
Yo busco que pueda llegar a Ecuador y poderles presentar una canción que la gente diga, “¡Ay Dios mío, este muchacho siempre saca cosas que estremecen!” (risas). A pesar de que ha habido gente con muy buenos éxitos, se respira en el ambiente un medianismo y obviamente estamos todos preocupados porque decimos, “queremos canciones buenas, ¿dónde están?” Acá hay una, por aquí otra, este artista tiene otra y vamos haciendo nuestro playlist , pero de verdad que están escaseando las canciones con espíritu y corazón. Creo que eso se ha logrado con el reguetón. Se me hace un género muy simpático. Siempre que lo escucho me parece que la letra puede ser simpática, como colegial, muy adolescente también, cómo los artistas se visten y se presentan, me parece divertido. Pero claro, para gente como yo, pues queremos cantar canciones más intensas y más desbordadas y también románticas. Habrá gente que dice que es cursi, ¿verdad? Entonces, cada quien tiene su propia atmósfera, su propio criterio. Hay gente que no quiere escuchar baladas tristes y hay gente que les fascina como a mí. Me parece que la tristeza es un recurso muy, muy saludable si se la sabe apreciar. Es una manera de equilibrar la vida junto con las alegrías y eso es la música. Hay que tratar de equilibrar entre alegría y reflexión para lograr un balance bueno y universal.
El público de Ecuador está feliz con tu llegada. ¡Cuéntanos más de tu repertorio!
Pues ya tenemos canciones nuevas que vamos a presentar en Ecuador. Vamos a hacer todo el repertorio también de José José, vamos a cantar Juan Gabriel, voy a cantar algo con mariachi y vamos con los éxitos de siempre. Tenemos una versión muy linda de Lloviendo Estrellas, versión Bizarrap, que me parece muy importante. Estamos incorporando siempre ideas nuevas al show y queremos estar a la altura. Se ha disfrutado mucho producir este show porque finalmente es una carta de presentación. Así que espero llevar esa producción a Ecuador y ofrecerles un espectáculo muy completo, pero sobre todo con gran espíritu y sobre todo sin playback , que eso es lo más importante de cualquier show. Es un concierto para estar presente: en vivo, con música y canciones que tanto nos han marcado.