PILAR SORDO | Mujeres: Reinas en la toma de decisiones

¡Las decisiones las tomamos nosotras!

3
min lectura

Por: Pilar Sordo / Archivo COSAS Marzo 2017


Este último tiempo me ha tocado ver muchas parejas en las que, por diversas razones, la fuerza femenina vuelve a aparecer. Es sabido que en América latina es enorme la cantidad de mujeres que son jefas de hogar y que sacan adelante a sus hijos peleando todos los días por espacios de equidad. Mujeres que quedaron solas porque sus niños nacieron con capacidades diferentes y esos hombres no pudieron o no supieron hacerse cargo. Mujeres que, está probado, somos mejores pagadoras de deudas que el hombre y más motivadas a crear Pymes que ofrezcan beneficios sociales además de los económicos. Mujeres que enfrentan mejor la soledad, la viudez y el dolor, haciendo sus duelos desde las emociones y estos últimos tiempos desde la acción. Mujeres que intentan vencer la violencia de género con el movimiento “ni una menos” y que esperan que algún día les paguen lo mismo que a los hombres por hacer el mismo trabajo.

No sé por qué razón, los hombres pueden vivir en estados de incomodidad y de dobles juegos por mucho más tiempo. Esto lleva a que las mujeres seamos, en la mayoría de los casos, las que tomemos las decisiones de pedir ayuda, de plantear las crisis y también las que, aún sin quererlo, tomemos el camino de la separación.

Es cierto que las mujeres somos muy lentas para dejar de amar, en parte porque requerimos sentirnos necesarias y porque peleamos hasta el último el “sueño” de la relación perfecta. Pero cuando una mujer deja de amar, la mayoría de las veces, no hay nada ni nadie que resucite ese amor. En fin. Nuestra vida está marcada por una serie de decisiones que terminamos tomando nosotras por la dificultad de lo masculino para enfrentar cambios que alteren el equilibrio que ellos sienten que tienen, a pesar de los conflictos.

Aparentemente, nos cuesta mucho la ambigüedad y no somos capaces de vivir demasiado tiempo en una relación que no es la que esperamos. Nos demoramos, a veces mucho, en tomar decisiones. De hecho en el maltrato, podemos estar en promedio siete años guardando el secreto antes de romper el circuito de la violencia, pero al final somos nosotras las llamadas a tomar caminos distintos en el amor.

Tenemos mucho que cambiar todavía, en principio, hablar cuando la estamos pasando mal. Nos falta dejar de hacernos cargo de situaciones que debieran ser responsabilidad de otros. Tenemos que aprender a decir ‘no quiero’ y ‘no puedo’, sin sentirnos culpables y además debemos estar despiertas y lúcidas para detectar aquellas pautas machistas que circulan bajo el agua y que siguen determinando nuestras conductas. En este mes de la mujer, debemos felicitarnos por nuestra fuerza, por nuestra valentía y nuestra garra para salir adelante, aún a pesar de las situaciones difíciles. Debemos aplaudirnos por nuestro aporte social en la acción y en lo emocional.

Sin embargo debemos aprender a cuidarnos, hacernos la mamografía y otros controles y aprender a soltar, a dejar de hacer lo que nos hace mal y quedarnos con lo que nos hace bien. Debemos aprender a delegar y a pedir ayuda para poder hacer más cosas que nos gustan y desde ahí dar lo mejor de nosotras a nuestros afectos y a la sociedad. Seguramente este 8 de marzo estará centrado en el movimiento “ni una menos” y ojalá genere cambios en los hombres pero también en las mujeres, para que aprendamos a comunicar ese maltrato y querernos lo suficiente para que nunca más nos hagan daño. Al final las decisiones igual parecemos tomarlas nosotras.

Artículos relacionados

PILAR SORDO | Agradecer, Aprender y Empezar de Nuevo

Años buenos, años malos

Las fechas ideales para casarse según el FENG SHUI

Elegir la fecha adecuada puede marcar una gran diferencia en la vida matrimonial.

Y después de la boda ¿qué?

El matrimonio comienza mucho antes del “sí, acepto”.

EL MATRIMONIO: ¿Por qué nos seguimos casando?

¿Por qué casarse?

BODAS MODERNAS: El negocio del amor

Una mirada a aquellos detalles que se multiplican y que son parte de la celebración